martes, 10 de diciembre de 2013

Volver al mismo lugar. Es una revelación frente a  la hoja. En medio de esta soledad, estoy acompañado. Todo es por algo. Tengo miedo, es verdad. Ser un cobarde y aceptarlo, es el primer paso hacia la destrucción de ese miedo. Descubro que otra vez me vuelvo a equivocar y es bueno saber que se recibe el castigo! Tumbero de un amor, que lindo es cumplir la condena! Tantos amores en el camino… Hay algo certero y caótico. Y no quiero adornarte con palabritas  colores. No quiero empaparme de nuevo bajo una tormenta centroamericana y mendigar de rodillas un techo. Quiero bañarte con meteoros y esconderme en el paraguas de la vía láctea. Quiero acecharte como en la piel de un leopardo y darte caza como un creso enloquecido en un carro de fuego y bronce. Quiero esculpir la mueca cínica de la complicidad en tu vientre, quiero  acostarme en las cáscaras de nueces del tiempo y desafiar a tus costados. Desarmar ésta tormenta sobre el techo de mi cuarto y pintar las paredes con tus talones. Me queda un round y voy a golpearme con fuerza contra tus ojos, voy a perder el título por decisión unánime. Voy a dejar las condecoraciones en mi otro campera y mandarte las heridas de guerra en un maletín negro. Nada que hacer sino hay poder, delirio; No querer nada es poder.  De ti ya no quiero nada, tan solo el poder. Ya explota desde abajo, este amor bajo el cemento. Tengo aquí mi propio infierno, y no te preocupes, yo atravieso todos los semáforos en rojo. Ya dormiste en mi corazón; ahora te doy la bienvenida a mi cabeza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario