Ciudad de México, te me escapaste para siempre.
La ciudad de México está triste.
Yo también.
Las cosas no son,
desde que no estás
me veo perdido
en un amanecer de Jalisco.
Los magueyes
son la hierba
que se dobla.
De repente se esfumó
aquel tenue sueño azul
sobre dorado
y las cosas ya no son.