Volver al mismo lugar. Es una revelación frente a la hoja. En medio de esta soledad, estoy
acompañado. Todo es por algo. Tengo miedo, es verdad. Ser un cobarde y
aceptarlo, es el primer paso hacia la destrucción de ese miedo. Descubro que
otra vez me vuelvo a equivocar y es bueno saber que se recibe el castigo!
Tumbero de un amor, que lindo es cumplir la condena! Tantos amores en el
camino… Hay algo certero y caótico. Y no quiero adornarte con palabritas colores. No quiero empaparme de nuevo bajo una
tormenta centroamericana y mendigar de rodillas un techo. Quiero bañarte con meteoros
y esconderme en el paraguas de la vía láctea. Quiero acecharte como en la piel
de un leopardo y darte caza como un creso enloquecido en un carro de fuego y
bronce. Quiero esculpir la mueca cínica de la complicidad en tu vientre, quiero acostarme en las cáscaras de nueces del
tiempo y desafiar a tus costados. Desarmar ésta tormenta sobre el techo de mi
cuarto y pintar las paredes con tus talones. Me queda un round y voy a
golpearme con fuerza contra tus ojos, voy a perder el título por decisión unánime. Voy a dejar las condecoraciones en mi otro campera y mandarte las heridas de guerra en un maletín negro. Nada que hacer sino hay poder, delirio; No
querer nada es poder. De ti ya no quiero
nada, tan solo el poder. Ya explota desde abajo, este amor bajo el cemento.
Tengo aquí mi propio infierno, y no te preocupes, yo atravieso todos los
semáforos en rojo. Ya dormiste en mi corazón; ahora te doy la bienvenida a mi
cabeza.