martes, 24 de noviembre de 2009

La verdad del capitalismo

Y entonces dios pensó prudentemente
Delimitar el mercado
Restringirlo a un puñado de inversores
Con el granero lleno de paja
Y la cuota social del cielo al día
Le contó a Noé
Su empresa
Y mandó el diluvio universal
Cuarenta días y noches después
Noé descendió de su barca
Rascó su barba bajo el sol
Y puso un zoológico
sobre las orillas del Nuevo Mundo.

lunes, 23 de noviembre de 2009

0:38

Meto la mano en mi bolsillo pringoso

Y saco una colmena de versos

Helándose

Secos en la punta de mi nariz

Un boleto golpeado

Grita fiero desde mi galera

De sardonia

Con muecas de ironía

Se baja con

Su ancha boca en grito

Como cuando

Abre el culo la Mulita

Y los muchachos se

Entretienen

Con su talquito Rococó

Del altiplano

El verbo relegado

En la esquina filosa

Se deshace en espasmos

Orgiásticos, pantagruélicos

El sordo lo mira

Le tira una oreja y

Se prende fuego en

La noche ponzoñosa

¡Se agotó mi acopio

De tornillos en la garganta!

¡Una cascada de metal

Endulazando toda mi laringe!

Y mi nariz se congela como el Gobi

En una trémula noche de invierno

Subido a la giba de un dromedario

De nieve

Nuevamente

Corolarios encaramados

En las coronillas de los hombres

Me hacen reír hasta los dientes

Más teatro para la cueva del miedo
Más preámbulo
Para la espera paciente
En la antesala de la eternidad

Ya lo dijo aquél ruso

loco

¡Las tabernas no asustan a nadie, ja!

Es bueno recordar

Que

Con un sonido seco

Se lo hizo saber a todo el planeta

También al eco final de la taberna

Más lúgubre de todas

Tambaleándose

Por lo menos otro millar de

Sucios años nuevos

En mi ilusa galera

De plomo reluciente.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Alfa

—Poesía instantánea—

yo creo que los caballos de fuego se olvidaron sus peines en las madrigueras hoy
yo creo que la magia intrínseca de los caballos de fuego, justifica el olvido
el arcoiris de plata baña todo el resplandor con su corazón adiamantado en concírculos de toda la hermosa revelación
podemos pensar en las estrellas de papel y su desnutrido cabalgar el universo
y las tripas del universo constipadas de tanto eternal dharma, ahhhhhhhh y los cabellos de medusa extendiéndose en todo el risado atarcer
cromado de plomo
o los infinitos soles congelados de miedo a punto de amanecer
bebés mortaja plomo tijeras mesa duro llanto en medio de inmediatos cielos repetición yuxtapuesta de palabras que guían todo aquel esplendor en dos senos de todo el mundo, de todas las madres de todos los colores
romáticos sueños embebidos de furia, rodando por un viejo pueblo, olvidado
ah, ¿y quién manda el viejo cáncer de esa furia roja? ¿Acaso Satán embutido en ese traje a rayas estrellas? Tio Tom apartheid Hitler todos los segregacionistas de los espirítus represores de traje, empleados del patíbulo clink caja, clink caja letargo
furioso el tic tac vestido de luto, la muerte de fiesta
BACANAL, AQUÍ ESTAMOS!




Kropotkina y Daka

Adelante tuyo siempre hay alguien más

Colas. Parece que todo el jodido mundo se hubiera inventado para hacer colas. Colas, colas y más colas. Filas de carne esperando el tubo, esperando a que reviente la cuenta, esperando por las Cornetas de la Salvación. Uno atrás de otro y de otro y de otro. Quizás el propósito mismo de la vida sea alinearse en constanste inmediataz tras algún otro, quizás de eso se trate el asunto. Mirarle el culo al de adelante, darle una palmadita de talquito mentolado. Ahora, uno tiende a preguntarse porque en vez de seguir el formato de la lineaneidad no nos amontonamos de alguna otra forma más divertida —geométricamante hablando claro, aquí somos todos entendidos—. En círculo tal vez, o mejor en rombo, como una cometa de papel sucio.
—Pero las calles son angostas, de ubicarnos así nos llevarían puestos los móviles y ya no tendríamos más filas que hacer, ni una sola. Ni una, ¿lo pueden imaginar? Sería espeluznante, el fin del mundo tal cual lo conocemos. Seguramente el urbanista se había pasado con el Artan —todo un profesional—.
Está bien, pero son 5 horas... 5 horas esperando, de mostrador en mostrador, siempre con alguien adelante alguien atrás... aguardando, aburriéndose, lustrando Tomahawks con la Corteza cerebral, bostezando un halo de miasma, prolongándolo un poco más.
— ¡Hey! ¡Metan un tren en llamas amacándose de trompa adentro del recinto para que pase algo interesante, o al menos se rompa la fila!.
—Puta, yo ese cheque no lo firmo, ¡ya es 421!. Llévense mis piernas, yo espero un rato más... total, somos todos palma acá. ¡422!. ¡Me las pegan luego con Oxi-glue! ¡Santísima seguridad social!
Y el juego es de un lado a otro, de placa en placa, con las cicatrices aburridas, silbando boludeces... acá, acá y acá, y ahora también acá y a la otra cola de allá. Sonados caras de taxidermistas esperan, fríos como pinochos lunares, hablando nonadas en colas de otras colas...¡no se inmolan ni siquiera por Cristo! ¿ Y qué pasa con Alá, el compasivo y misericordioso? ¡Herejes! ¡Perros infieles!
—Pura Basofia. El imbécil de Cristo que se ponga en la fila y el bueno de Alá que se meta su Yihad por el culo. Esto ya es un incendio... y si escucho de nuevo ese tañido electrónico quizás me vuelva loco y mi cerebro decore el lugar de gris y suelte una ráfaga de protones por todo el maldito recinto —el famoso plan b, nunca falla—. Mientras, la vigi estampa ganchos con la lengua, con sigilo, escupiendo tinta de acá para allá y de allá para acá. Los demás saltan como cabras famélicas de mostrador de formica, siguiendo la pluma, aburridas como un viejo réloj de cuerda...
— ¡Todos a ver esa cara de piedra! ¡Whisky!. Adelante los santos azules, ceniza en la córnea de nuevo. Listo, 5 horas. A olvidarse del puto asunto y a ungir las tetas con los críos prendidos shup con aceite de sistema, ¡Dios Santo que viva la procreación! ¡Boianovskyfiquemos! Bienvenidas ovejitas, a cagar papeles hasta arrugarse...y más allá! ¡Un poquitín más también!