martes, 24 de noviembre de 2009

La verdad del capitalismo

Y entonces dios pensó prudentemente
Delimitar el mercado
Restringirlo a un puñado de inversores
Con el granero lleno de paja
Y la cuota social del cielo al día
Le contó a Noé
Su empresa
Y mandó el diluvio universal
Cuarenta días y noches después
Noé descendió de su barca
Rascó su barba bajo el sol
Y puso un zoológico
sobre las orillas del Nuevo Mundo.

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