lunes, 27 de abril de 2009

Un día común


Hoy fue un día nefasto. Burdo, sin sobresaltos, sin alegría ni tristeza. Sin corazón. Uno de esos típicos días en que ves la vida pasar por en frente de tus ojos y seguir de largo, sin siquiera esforzarte por tratar de agarrarla. Cueva, modorra y poco más que eso. Un día que no trasciende en nada. Ni arriba ni abajo. Un día que sólo querés que pasé y se vuelva historia en la trituradora del tiempo, para volver a comenzar mañana esa locura que llamamos "rutina"; y el miedo a seguir teniendo días como estos, por el resto de la vida. Por el resto del tiempo. El tiempo que quema.

4 comentarios:

  1. Muito bom! Acesse também meu blog, e seja um seguidor(a). Deixe um comentário lá se quiser, é esse aqui: www.luznacamera.blogspot.com



    Um grande abraço!

    ResponderEliminar
  2. eso justamente debe ser la rutina...asi que mejor esperá otra cosa, algo mejor...algo que se escape, pero justamente por que no se deja atrapar.
    saludo!

    ResponderEliminar
  3. Como el tiempo quema, justamente, los que tenemos que cambiar la visión de ese "monstruo" somos nosotros... y nada más que nosotros. No hay recetas, no hay pajamagia, solo descorrer el velo en nuestros ojos.

    ResponderEliminar
  4. Cuando llega el amanecer, morimos. Cuando llega el anochecer, volvemos a nacer...ese es el momento donde realmente podemos soñar.

    ResponderEliminar